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Antártida
CIENCIAS - GLACIOLOGÍA
Meteoritos bajo el hielo
a hoja de hielo continental posee un valioso registro de antiguos climas y atmósferas, de la actividad volcánica global y de los bombardeos de partículas cósmicas. Las capas superiores del hielo registran los efectos de la polución industrial y precipitación radioactiva de estroncio 90, procedentes de las pruebas nucleares. Pero además, el hielo antártico guarda registros de una actividad que no tuvo su origen en nuestro planeta.
La "era heroica" de la exploración antártica a principios del siglo XX, podría llamarse figuradamente la "era extraterrestre", pues allí fueron descubiertos cientos de meteoritos entre los hielos. Posteriormente, sólo cinco fragmentos fueron hallados en 1969, pero a partir de entonces se han localizado más de 9000, principalmente por científicos japoneses y americanos.
En 1969, glaciólogos japoneses empezaron a encontrar grandes cantidades en campos de hielos azules, cerca de la estación Syowa. Un primer reconocimiento de porqué se concentraban los fragmentos, llevó a un proceso de búsqueda en otras áreas, sobre todo en los Montes Trasantárticos. La mayoría de los meteoritos parecen haber aterrizado en la hoja de hielo hace 10.000 a 700.000 años. Aumentaron y fueron transportados por el hielo a áreas montañosas, donde se concentraron en la superficie del hielo antiguo.
Localización de meteoritos en el Antártico (Foto NASA)
Probablemente lo hallado solo sea una discreta representación de todos los que alberga el continente. La mayoría se les supone provenientes de asteroides y el resto de cometas, pero uno encontrado en 1982 es el primero que parece tener origen lunar; su composición y estructura es similar a los existentes en la superficie de nuestro satélite, y coleccionados por los astronautas americanos en las misiones Apolo; es probable un impacto lunar que expidió la roca hacia la órbita terrestre. Este descubrimiento presta apoyo a la hipótesis de que unos raros meteoritos llamados Shergotties, tendrían su origen en Marte. El hielo antártico es un valioso almacén de muestras extraterrestres.